viernes, 2 de enero de 2015

El día que volví a calzarme unas alas

Casi todo el mundo hace propósitos al llegar un nuevo año, unas veces (las menos) los lleva a cabo y otras veces (tantas y tantas) se quedan antes del intento.

Yo no suelo hacerlos, pero esta vez he recordado cuánto me ayudaba y me gustaba salir a correr de vez en cuando, por la simple satisfacción de encontrarme a mí mismo dentro de mis pensamientos, realizar ese esfuerzo me ayudaba a concentrarme, o a evadirme, a soñar, y a volver al día a día con las pilas cargadas. De eso hace ya unos 18 años. Y hace más de 8 ó 9 años que prácticamente no hago ejercicio, con lo malo que debe ser eso del sedentarismo, ¿verdad?

Pues este año me he propuesto volver a retomar esas sensaciones positivas y gratificantes. Y para no dejarlo en el propósito o en el intento, he hecho una pequeña inversión en equiparme y me voy a apuntar a la Media Maratón de Málaga (22 de marzo) como primer reto... pasar de 0 metros a 21,097 km corriendo en menos de 3 meses parece una barbaridad... así que allá voy!