miércoles, 29 de junio de 2016

II Jran Punk Trail Nerdo - Vía Verde de la Sierra (26/06/2016)

Esta es la historia de una jran jran carrera que será comentada y estudiada por las próximas generaciones de estrellas del atletismo... sí, vamos, es otra ida de olla de las nuestras... :-D

Todo comenzó después de que a comienzo de mayo Miguel Ángel, LuisMi, y yo hiciéramos aquel entreno de 22 km y algo por la Vía Verde de la Sierra, entre Olvera y Coripe (bueno, un poco más, hasta el Chaparro de la Vega). Pocos días después, Sergio se dio un paseíto de 30 km entre Puerto Serrano y Coripe (15 km) y volver. Le comenté que nosotros habíamos estado por el otro lado de la vía verde y que estábamos pensando probar algún día también por el mismo lado que había corrido él. Y a él se le encendió la lucecita para organizar una segunda edición de su PunkTrail Nerdo, dado el éxito de la primera edición. Después de intercambiar unos cuantos mensajes, le pusimos fecha, y quedó organizado el II Jran Punk Trail Nerdo.

La expectación creada fue máxima, corredores de todas las provincias de España querían estar allí, no podían perderse esta fiesta del deporte, en algún momento llegó a colapsar la centralita de preinscripciones, y ya la noche antes de la carrera, estábamos Sergio y yo preparando todo lo necesario para correr, y con la tranquilidad del podio garantizado, jejej.

El objetivo: la distancia de maratón siguiendo la Vía Verde de la Sierra, comenzando y terminando en el extremo oeste, en la estación de Puerto Serrano, y siendo la mitad del recorrido a la altura del Peñón y la buitrera de Zaframagón. Tendencia general de subida a la ida, y de bajada a la vuelta, aunque con algún sube-baja por ahí repartido.

Mapa del recorrido
Me levanté bastante tempranito (3:15 de la madrugada aproximadamente) para prepararme y desayunar. Y entre las 4:15 y 4:30 ya estaba en camino, con 150 km de carretera por delante. Llegué al punto de encuentro (el aparcamiento del comienzo de la vía verde) un ratillo antes de lo esperado, a las 6:10 me bajé del coche a estirar las piernas y a echar un chorrito. Allí no había un alma. Bueno, en la furgoneta que había aparcada junto a mi coche se escuchaba el sonido de alguien moviéndose, así que creo que desperté a alguien al llegar, jeje.

Despuntando el alba tímidamente en Puerto Serrano
Llegó Sergio, nos saludamos, y nos preparamos para comenzar la aventura. La idea era aprovechar al máximo las primeras horas del amanecer para correr con una temperatura agradable, porque cuanto más se acercase el mediodía, más insoportable sería el calor.

Salimos a la hora prevista, y con un ritmo cómodo (entre 5:30 y 5:40 por km, casi clavando el 5:35 en muchos de ellos). Hacía una temperatura estupenda para correr. Sentía incluso frío en las muñecas, pero pensando en la calor que podría hacer más tarde (cuando estuviéramos de vuelta), aquello era magnífico. Paradita técnica para que el compañero libere algo de peso, y continuamos a ritmo cómodo, charlando a ratitos, y disfrutando del paisaje y de la quietud de la naturaleza a esa hora.

En el km 12 me tomo el primer gel (el de mango). Me había llevado 3, y algunos "orejones" de albaricoque como avituallamiento, además del agua de los bidones blandos que portaba en el chaleco. Poco más adelante atravesamos el túnel más largo del recorrido (casi 1 km), a continuación pasamos el viaducto en el que se encuentra el desvío para llegar al Chaparro de la Vega, un túnel más, y la estación de Coripe, km 15. Echo una visual intentando localizar la fuente porque seguramente a la vuelta me haría falta rellenar el agua allí. De momento vamos muy fácil y la temperatura todavía no ha subido mucho.

Los kms 19 y 20 salen un pelín más rápidos que los otros (a 5:25/km). Le comento a Sergio que parece que hay ganas de llegar a la media, que los dos últimos kms nos hemos ido más rápido, con la intención de ser cautos y no acelerarnos todavía con 22 kms por delante. Parece que me entiende justamente al revés y aceleramos el ritmo, haciendo el km 21 en 4:50. Jeje, qué demonios, un poco de vidilla no viene mal!

A la altura del Peñón de Zaframagón, probablemente medio km más allá del 21, damos la vuelta. Bromeamos sobre la buitrera. Cuando estuve por allí a comienzo de mayo había muchos buitres sobrevolando la zona, sin embargo ese día no había ni uno... seguramente estaban a pie de urna, por las elecciones. El trayecto de vuelta va tendiendo hacia abajo suavemente. Hacemos una breve parada en la estación de Zaframagón (km 22), donde aprovecho para echar otro chorrito, y comer algo (los orejones de albaricoque y el segundo gel, de caramelo y con sales), además de apurar el agua que me quedaba en los bidones.

Después del pequeño acelerón que habíamos dado en el km 21, y aprovechando la tendencia de bajada del terreno, esos kms empiezan a salir ligeramente más rápidos que los de ida, en torno a 5:10 ó 5:15/km hasta que en el km 27 llegamos a la estación de Coripe. Nueva parada técnica, localizo la fuente, y lleno los dos bidones. Continuamos, ya de nuevo a un ritmo tranquilo (en torno a 5:30) y comentamos que ya se van notando bastante los kms en las piernas. El último gel que me quedaba era con cafeína (25 mg), y estaba pensando en no tomar ese gel si me encontraba bien (ya que el año pasado los geles con cafeína me habían sentado fatal al estómago). En el km 33 me noto algo fatigado, así que decido que en el km 35 me tomaré ese gel con cafeína. Fue una muy buena idea, porque en el km 36 ya estaba empezando a asomarse el tío del mazo (ese km se nos fue a 5:55, y fue por mí, Sergio iba bien). Después de ese km donde además de la fatiga se sumaba alguna cuestecilla que a esas alturas de carrera molestaba bastante, la cosa fue mejorando. Ya en el km 39 habíamos recuperado el ritmo cómodo de 5:30; pero en ese momento, Sergio sintió un pinchazo fuerte en la fascia del pie derecho y tuvimos que parar! Oh oh, menos mal que no había buitres sobrevolando! :-D
Ya me veía llevándolo a borriquito durante 3 kms y pico (y él es más grande que yo), pero por suerte empezó a apoyar el pie, fuimos caminando algunos metros, y mejoró un poco su sensación. Unos kms al trote (por encima de 7'/km) y llegamos al 41 donde se encontraba el cuestón que tan felizmente habíamos bajado al comienzo de la carrera. Como su pie no estaba para mucha fiesta, decidimos subir caminando. Los cuerpos también lo agradecieron después de tantos kms, y a continuación de la cuesta ya estábamos corriendo con normalidad (el km 42 salió en 5:19).

Paré el crono cuando mi GPS dio los 42,2 km, entrando a la estación de Puerto Serrano, con un tiempo de 3h57' y tras haber salvado algo más de 700 metros d+ acumulado. Es decir, no había sido una maratón llanita precisamente, pero habíamos cumplido el objetivo de superar el reto disfrutando de ese entorno espectacular. Continuamos unos metros más, hasta "los palitos" que separan la estación del aparcamiento. Sergio paró su crono a los 43 km y aún estábamos justo por debajo de las 4 horas. En el último tramo había subido un poco la temperatura, pero no demasiado, aún era muy soportable. El clima también nos había acompañado, todo salió perfecto.

Los campeones de la prueba posando en el podio de meta
Una buena paliza, eso dicen mis piernas cuando nos vamos acercando hacia el bar tras haber parado, estirado, y haberme cambiado, y apurado el último chorrito de agua que quedaba en los bidones (es decir, habían caído 2 litros de agua en total). Es curioso cómo la mente hace que el cuerpo se olvide de los dolores y se pone en positivo en cuanto le echas un poquito de cerveza!!! :-D
Aquí podéis leer también la crónica del otro protagonista de la aventura, Sergio (@karnaplosky).

Avituallamiento de meta. Además de la cerveza bien fría, el cuerpo me pedía fruta fresca

Y la lectura que hago de esta aventura, pues todo positivo:

  • Tras mi debut en maratón, con sensaciones bastante malas buena parte de la carrera y terminando fatal, aunque lo hice sin saber que llevaba al tío del mazo colgado de la chepa desde el km 0 (en forma de anemia), y una vez recuperados los niveles de hemoglobina y hierro en sangre, mis sensaciones a día de hoy eran mejores que nunca. Aún no tengo 100% claro cuál será el objetivo que me marque para la maratón de Málaga el día 4 de diciembre (sí quiero intentar el sub3h30' pero todavía no sé cuánto puedo arriesgar en torno a ese tiempo arriba o abajo). Este paseíto me ha servido para darme confianza. He completado los 42 km muy entero, y con un tiempo por debajo de las 4 horas en un recorrido con bastantes cuestas, y sin haber seguido un plan de entrenamiento específico de maratón en los 3 meses anteriores.
  • Los geles, especialmente los de cafeína, me habían sentado como un tiro al estómago cuando los estuve probando, especialmente durante el último trimestre del año pasado. Parece que la explicación de ese dolor de estómago provocado por los geles, tenía bastante fundamento en alguna pequeña úlcera de estómago que podría haberme provocado tomando los antiinflamatorios para el dolor de la hernia de la espalda (y que también fue la causa de la anemia). En esta carrera me he tomado 3 geles, el último con cafeína, ya venía desde el día anterior con algunos gases en la tripa (ligera molestia), y los geles no contribuyeron a empeorar la solución, al contrario, el último gel me sentó muy bien para compensar la fatiga del final de la carrera.
  • Para el próximo maratón, ya tengo la confianza absoluta de que la distancia la tengo en las piernas, no necesito hacer demasiadas tiradas muy muy largas para cargar confianza, y puedo concentrarme dentro del plan en la calidad más que en la cantidad de kms. Aunque eso lo veré a partir del final de verano.
  • Cuando escribo esto, ya han pasado unos días desde el domingo. Aunque internamente pueda haber pequeñas "microrroturas" que deban curar aún, he recuperado sorprendentemente bien. Creí que iba a estar toda la semana haciendo el "robocop", y sin embargo ayer martes por la tarde ya me hice 12 kms a un ritmo muy suave con los amigos.
  • Recordatorio para la próxima vez que me meta una kilometrada: que sea más cerca de casa o que haya alguien que me pueda llevar o que nos podamos turnar. Lo peor de todo fue conducir otros 150 kms de vuelta. #benditaLocura

Ahora, a afrontar los meses de julio y agosto con mucha tranquilidad.


martes, 21 de junio de 2016

I Nocturna Alhaurín a la Luz de la Luna (18/06/2016)

El sábado por la noche participé en una carrera nocturna benéfica (en favor de la asociación "Un sí por la vida", contra el cáncer), en Alhaurín el Grande.

El recorrido parece interesante, 13,5 km donde poco más de la mitad es en asfalto y poco menos de la mitad en pista forestal. Hay una cuesta arriba importante entre el km 5 y el 7, pero no tenemos mucha más información sobre el terreno y menos aún referencias sobre cómo puede resultar correrlo de noche con la iluminación de un frontal. Yo al menos, había usado frontal para caminar y hacer fotos, pero nunca para correr.

Plano del recorrido de la carrera

Salimos desde Málaga a última hora de la tarde Miguel Ángel, LuisMi y yo, y llegamos con tiempo suficiente para aparcar prácticamente debajo del arco de salida, recoger los dorsales, y tomarnos algo antes del calentamiento. Después nos acercamos de nuevo a la zona de la salida (y meta) donde ya hay mucho más ambiente de corredores y fiesta. Realizamos un calentamiento por los alrededores trotando muy suave.

A pocos minutos de comenzar, nos situamos en la parrilla de salida, estamos de la mitad hacia delante de un total de 385 corredores (al menos es lo que dice la web sobre el número de inscritos). Yo tengo ganas de correr y quiero salir a buen ritmo; Miguel Ángel y LuisMi comentan que van a ir juntos e irán viendo según sensaciones.

Tras el disparo de salida tardo unos segundos en pasar por el arco y activo mi reloj justo en ese momento. El primer tramo tiende hacia arriba con alguna pequeña rampa y serpentea en curvas por algunas calles hasta salir del caso urbano del pueblo. De todos modos, en unos 500 metros ya he conseguido pasar a buena parte de los corredores que salían un poco más lentos y puedo poner "velocidad de crucero". Quiero intentar ganar todas las posiciones que sea posible antes de que oscurezca del todo (los primeros 4 kms los hago con el frontal apagado) y aprovechar para marcar buenos tiempos en los kilómetros más llanos (los 5 del comienzo). Mi reloj me va confirmando que voy bien, alrededor de 4'/km (unos un pelín por encima y otros un pelín por debajo), llegando al km 5 en 20'24". En el km 4 he adelantado a Beatriz Jiménez, que era la primera mujer clasificada y en otras carreras en las que había coincidido anteriormente había terminado ella por delante (fue por ejemplo, y entre otras muchas carreras en la zona, la ganadora de la media maratón del Rincón en la que me dio la pájara). Esa referencia me da confianza para seguir tirando.

Ahí el terreno se pone cuesta arriba y sé que serán así al menos 2 kms. El primer km de subida es sobre un camino algo irregular pero de cemento, se puede correr bien (salvando la dificultad de la pendiente) y sigo adelantando corredores sin parar. A mitad de subida, el terreno cambia, ahí empieza un sendero de piedras (no es todavía el camino forestal "arreglado"), está oscuro a excepción de lo que van iluminando los frontales de los corredores, tengo algún que otro resbalón por lo irregular del terreno, pero sigo adelante tirando todo lo fuerte que puedo, en esa zona es cuando tengo el pulso más elevado (aunque tampoco es exagerado, en torno a los 170 lpm). Me pongo en cabeza del grupito de corredores con el que estaba corriendo, ahora el camino que hay por delante solamente lo ilumina mi frontal. Efectivamente, a los pocos metros hay una piedra con la que no calculo correctamente el paso, tropiezo, y caigo de rodillas al suelo. Los dos corredores que venían detrás de mí me ayudan a levantarme, me duele un poco la rodilla izquierda, pero no pasa nada, seguimos. Dejo que los otros dos vayan delante para tener una referencia en la pisada y más luz, ambos son corredores locales y conocen la zona.
En la gráfica de ritmo se ve perfectamente en qué momento de la subida pegué el leñazo.
Llegamos arriba del todo y nos incorporamos a la pista forestal. El terreno está en mejor estado, pero discurre entre árboles (el olor a pinar da una sensación magnífica mientras corres casi "a ciegas"), por lo que todo alrededor está muy oscuro, solamente veo el fragmento de camino que ilumina el frontal delante de mí, y al ser más llano estoy corriendo a mayor velocidad. Conforme entramos en la pista forestal, el corredor que venía justo detrás de mí se pone primero a mi altura y poco a poco me pasa. Los dos que estaban justo delante durante la subida, también empiezan a despegarse muy poco a poco. Van ligeramente más rápido que yo, pero me duele un poco la rodilla izquierda y eso me recuerda que debo ir con cuidado, otra caída yendo a más velocidad podría ser peligrosa.

Entre el km 7 y el 12 la pista forestal tiende hacia abajo poco a poco, aunque no de manera constante, tiene sube y bajas que no permiten mantener un ritmo constante. Marco unos kilómetros rapidillos, aunque no tanto como en la zona asfaltada del comienzo, donde sí sabía dónde estaba pisando. Estoy corriendo más concentrado en los pasos que estoy dando y en los baches o piedras que pueda encontrar delante mía, que en cualquier otra cosa. No estoy mirando el reloj, y apenas echo algún que otro vistazo a las luces de los tres corredores que van unos metros por delante de mí. Uno de ellos les ha sacado más ventaja a los otros, y hay dos que van juntos. En el km 11 me alcanzan dos corredores locales (primero uno y a los pocos segundos otro) que me pasan como motos. Seguramente se esté acercando la zona de bajada, la conozcan y por eso ya no se guardan nada. Yo sigo sin fiarme del todo por desconocer el terreno, pero aún así ese km 11 sale en 4'11".

Efectivamente, al llegar al km 12 el terreno tiende decididamente hacia abajo, y según recordaba del perfil de la etapa que había visto, iba a ser así hasta la meta prácticamente. Bajando la rodilla me molesta un poco más, pero procuro no hacer mucho caso. 4'09" ese 12º km. Al llegar al 13 ya abandonamos el bosque y entramos en el pueblo. Ahora el terreno es cemento, y la cuesta abajo se empina más todavía, y tiene algunas curvas. Tengo que ir casi frenando para no estrellarme por inercia, aún así ese km sale en 3'52".

Y al terminar esa bajada y doblar la esquina, veo la recta de meta (deben ser entre 200 y 300 metros), está abarrotada de público animando, es un pasillo de gente a ambos lados, muy cerca, y una alfombra azul hasta el arco de meta. La imagen es espectacular, y me da un subidón de adrenalina. En ese momento el corredor que va justo por delante ya no es alcanzable, pero tampoco tengo ninguno pegado detrás. Me lo podría tomar con tranquilidad, pero no puedo, el subidón me dibuja una sonrisa en la cara y acelero al máximo, chocando manitas en ese pasillo con algunos niños. Me encantan este tipo de entradas en meta, con el público muy cerca de los corredores (sentí algo parecido en la llegada de la media maratón de Marbella en septiembre).

Al entrar en meta, paro el reloj, recupero unos segundos, respiro, me indican dónde se recoge la bolsa del corredor y me dirijo hacia el puesto. Miro el reloj, 59'36", un tiempazo para lo que imaginaba, no esperaba bajar de 1 hora ni mucho menos. Hay pocos corredores por allí (eso es buena señal!). La chica que me va a entregar la bolsa "me regaña" (con la emoción se me ha olvidado apagar el frontal y la estaba dejando ciega). De allí, me dirijo a la instalación donde se va a celebrar la verbena y se van a entregar los premios (una cancha de fútbol), echo un vistazo, voy tomando líquido y comiendo fruta. Vuelvo a salir y me sitúo entre el público para ver llegar a los corredores, y esperar a que lo hagan Miguel Ángel y LuisMi. Cuando voy a dar cuenta del bocata veo que estoy manchando la bolsa, miro mis manos y están embarradas (todavía de la caída, ni cuenta me había dado). Entro de nuevo en las instalaciones y pido una botella de agua para lavarme las manos, y ahora sí a por ese bocata! jejeje. Me vuelvo a situar en el pasillo de meta, y a los pocos segundos aparecen Miguel Ángel y LuisMi a mi lado con la bolsa del corredor ya recogida... vaya, me he perdido su llegada justo cuando me he lavado las manos. De camino al coche para cambiarnos, comentamos qué tal nos ha ido, y en seguida volvemos a la cancha para celebrarlo y recuperar con unas cervecillas antes de volver a casa. Una gran carrera, me ha gustado!


El lunes salió la clasificación de la carrera: 27º en la general, y 4º en mi categoría (Vet.A), aunque también hay que decir que contaban en distinta categoría los corredores locales que los que somos de fuera. Efectivamente, los 5 corredores que me adelantaron en la zona de bosque eran locales. Muy contento con el resultado! :-)


domingo, 19 de junio de 2016

¿Y eso del trail-running qué tal estará?

Pues sólo con haberlo probado una mijititilla, puedo decir que mola!
Me lo había planteado ya a comienzo de año, pero con la #cuestiondeFe (la anemia) no me pude tirar a la montaña. Una vez recuperado, y viendo que llegaban las calores del verano y el asfalto se convierte en infierno, me planteé empezar a correr un poco por el monte, con una única condición: #trail4fun ;-)

¿Y qué he necesitado para empezar? Pues lo primero ganas de disfrutar de correr en la Naturaleza, buscar alguna ruta facilita y disfrutona por la zona (hay muchas alrededor de Málaga, incluso dentro de la ciudad), y equiparme un poquito.

En cuanto al equipo, he hecho algunas adquisiciones al respecto:




Estuve barajando varios modelos de zapatilla, y finalmente me decidí por éstas. Primero porque al probármelas me parecieron cómodas, y segundo porque las encontré a un precio bastante bueno en comparación con los otros modelos y marcas que estuve mirando. Las hay mejores, pero al menos para empezar no pienso meterme en pruebas o entrenos muy exigentes en la montaña, ni en terrenos con gran dificultad. Para disfrutar de senderos y caminos, esas zapatillas van fenomenal.



Importante. En el campo no puedo hacer como en el paseo marítimo donde hay fuentes cada cierto número de kms, así que necesitaba llevar conmigo el agua. La mochila que tenía y que usé alguna vez el año pasado, estaba más enfocada a la bicicleta, y corriendo sentía menos libre cuando me la ponía; además se pinchó la bolsa la última vez que la utilicé. Tampoco quería otra mochila más enfocada al running, porque cualquier cosa que me eche a la espalda me va a convertir en un horno, yo necesito que corra el aire a mi alrededor, jeje. Por lo tanto estuve revisando chalecos con la intención de llevar bidones de agua en la parte frontal, accesibles. Ya estaba casi decidido por una de Decathlon, pero finalmente la descarté: estaba agotada en las dos tiendas de Málaga por lo que había que esperar a que llegase; y además en las reviews una constante era que los bidones tenían un efecto rebote considerable (quizás porque los bolsillos para contenerlos quedaban un poco altos, justo sobre el pecho). Había varios trucos para intentar estabilizarlo un poco, utilizando pinzas del Ikea, o añadiendo algún elástico cruzado, pero decidí seguir mirando opciones. Finalmente me decanté por este chaleco de Salomon, más caro (encontrando una buena oferta me ha costado el doble de lo que costaba el de Decathlon), pero todas las reviews eran muy positivas, y me fijé mucho en cómo quedaban los bidones (viene con 2 bidones blandos de 500 ml, flexibles, de la propia marca), un poco por debajo del pecho, sobre las costillas. Al probarlo, he comprobado que ha sido un gran acierto, no rebota prácticamente nada, y el cuerpo transpira bastante bien. Además, tiene múltiples bolsillos, incluso un compartimento en la parte trasera donde puedo llevar un anorac en invierno, o fruta por ejemplo.



Cuando vi esta cosa la primera vez, pensé que era una tontería de estas de la moda. Y bueno, en parte es así. Sin embargo, al final es tremendamente práctico. Te lo puedes poner de muchas maneras, en invierno te protege del aire frío, en verano lo puedes mojar y cubrirte la cabeza, y en cuanto a protegerte de que el sudor te caiga sobre los ojos, funciona bastante mejor que la típica felpa o cinta aquella del tenis.


Y una vez equipado, pues a utilizar el equipo sobre el terreno!

  • Las zapatillas las estrené en mayo cerca de casa, subiendo al cerro donde está la atalaya del Puerto de la Torre y a continuación al Cerro de la Tortuga: https://www.strava.com/activities/582395014
  • También las utilicé pocos días después en un entreno por el Parque Tecnológico: https://www.strava.com/activities/587831292
  • Y ese mismo fin de semana, ya puse a prueba las tres cosas (zapatillas, chaleco de hidratación, y buff) haciendo más de 28 kms por los senderos de los Montes de Málaga: https://www.strava.com/activities/591610567  Buena paliza me pegué ese día, necesité una siesta esa tarde para recuperarme, además de hincharme de comer (gasté en carrera el equivalente en calorías de la alimentación de un día entero).
  • Ya este mes de junio, decidí subir a ejercitar y fortalecer los tobillos por el Torcal de Antequera. En buena parte del recorrido no era posible correr, pero me lo pasé genial esa mañana, el paisaje era alucinante! https://www.strava.com/activities/605602602


Para la semana que viene tengo otra buena aventura preparada en mitad de la Naturaleza. No voy a necesitar las zapatillas de trail, porque es un sendero bastante bien acondicionado (para pasear a pie o en bici), pero ya os contaré... :-)

En fin, creo que ha sido una buena decisión entrar en contacto con eso que llaman "trail-running" o correr por el monte. Ya iré descubriendo más rutillas, hay muchos compañeros que lo practican por esta zona.


domingo, 12 de junio de 2016

Y cuando menos te lo esperas, sales corriendo y...

Ayer, como tantos otros fines de semana, había quedado en Sacaba para correr con los amigos. Bueno, en esta ocasión Bart no podía, LuisMi estaba en Ecuador, e íbamos a salir Miguel Ángel y yo nada más. Habitualmente hacemos una tirada de unos 20 kms muy suaves. En el último momento me avisó mi compañero de que no iba a poder venir a correr. Pero en fin, ya que estoy en pleno paseo marítimo con un día estupendo, pues disfruto yo solito de la típica tiradita larga de tranquileo.

Sí..... ya.....  ¬_¬

Al final, la cosa salió tal que así: https://www.strava.com/activities/606630837

  • El primer km fue el más moderado: 5'15". Bien!
  • Los tres siguientes ya fueron un poquito más alegres, en torno a 4'50".
  • Continué con un poquito más de alegría aún, con 4 kms entre 4'35" y 4'40". Este fue el ritmo que mantuve constante cuando hice mi MMP en media maratón el fin de semana después de la Media de Málaga.
  • A partir de ahí me dejé llevar completamente, haciendo otros 8 kms rápidos, entre 4'13" y 4'20". No me había preparado para correr media maratón tan rápido, no lo había planeado ni pensado siquiera, no llevaba agua, pura improvisación. Paré a beber a final de la Malagueta, donde estaba el tranvía, en el km 11, pero la fuente apenas dejaba salir un chorrito muy leve, por lo que tragué poca agua. Así que, tuve que volver a parar aún en la Malagueta, en Antonio Martín camino de vuelta, en el km 13 para beber un poco más en otra fuente. De todos modos, muy poca agua para tanta calor, y para ir corriendo tan deprisa.
  • Como consecuencia, en los últimos 5 kms ya no pude mantener un ritmo tan rápido. Aún así, salieron de media alrededor de 4'30".

En definitiva, otra vez MMP en media maratón, con 1h35'37". Es decir, el objetivo para el otoño ya no puede ser 1h35, veremos qué me invento entonces!
Y ya de paso, también cayó la MMP en 10 km durante uno de los parciales, con 43'16". Para esta distancia sí tenía previsto intentar una marca más rapidita en alguna carrera que pueda participar, ya veremos qué tal sale también.

Total, que me he acostumbrado a correr con amigos, y cuando me quedo solo me convierto en un salvaje... xD


sábado, 4 de junio de 2016

¿Es fiable el pulsómetro de muñeca?

Durante el verano y parte del otoño pasado estuve utilizando una banda pectoral (marca Sigma) conectada por bluetooth con el móvil para controlar mi frecuencia cardiaca. Después, a final de noviembre, adquirí el reloj Garmin FR 225, que incluye medición de frecuencia cardiaca en la muñeca, y así lo vengo controlando desde entonces.

Desde que me fui recuperando de la anemia, vi que las pulsaciones corriendo a ritmos más o menos alegres, no eran muy altas (o desde luego no tan altas como en noviembre/diciembre a ritmos similares). Eso unido a que algunas veces al pulsómetro del reloj "se le va la cabeza" completamente y empieza a marcar una FC altísima y sin venir a cuento, me hizo desconfiar un poco del dispositivo.

El hecho de que algunas veces se dispare solito, no sé exactamente por qué motivo será, pero puede estar relacionado con varios factores:
  • Mi piel es bastante oscura, y la señal óptica que ayuda a medir la FC responde mejor con una piel más clara y más fina.
  • Tengo bastante vello en todo el cuerpo, también en los brazos, y eso no ayuda al lector óptico.
  • Si el ajuste del reloj en la muñeca no es suficientemente preciso, provoca que en momentos en los que la presión del brazo es más leve (en cuestas hacia abajo, o en esprint), la medición pueda ser incorrecta.

Con los dos primeros factores no tengo mucho que hacer. Con el tercero sí, y procuro asegurarme antes de salir que el ajuste de la correa sea el adecuado. Ni tan apretado como para que me haga daño o me corte la circulación, y tan flojo como para que el reloj pueda moverse durante la carrera. Aún así, cuando se produce el fallo, puedo incluso quitarme el reloj de la muñeca que sigue marcando una FC altísima, hasta que pare la actividad en el reloj, o de repente vuelva a funcionar normalmente él solito.

Simplemente teniendo en cuenta eso (ajustar bien la correa del reloj), en el mes de junio he conseguido que solamente ocurra una vez que la medición se dispare en pulsaciones durante uno o dos kms de una tirada larga; luego volvió a medir correctamente.

Independientemente de esos momentos de locura del pulsómetro de la muñeca, y que también ocurrían con la banda pectoral si no estaba bien colocada (y el tema de la banda pectoral era más delicado porque si no la ajustaba bien me provocaba rozaduras y tenía que estar poniendo vaselina para evitarlo), quise comprobar si la medición que me estaba dando el reloj en la muñeca era fiable.

Para ello, a comienzo de mayo salí a correr con los dos dispositivos: el reloj midiendo la actividad con la FC en la muñeca, y el móvil midiendo la misma actividad y conectado por bluetooth con la banda pectoral. El resultado lo podéis ver en estas gráficas:
Gráfica de FC medida por la banda pectoral conectada al móvil.

Gráfica de la FC medida por el reloj en la muñeca.
Conclusiones:
  • Parece que ese día no llevaba del todo bien ajustada la correa del reloj, en las dos bajadas más pronunciadas hay una gran bajada de la FC medida que no es tan evidente en la primera gráfica. O es eso, o es que realmente la presión en las venas del brazo es menor que en el pecho durante la bajada y eso engaña al pulsómetro. No lo sé, me inclino más por la primera opción.
  • Los valores máximos de medición son prácticamente idénticos. La media es un poco más diferente, por el problemilla de la medición del reloj en las bajadas que he comentado en el primer punto. La forma de la gráfica es muy similar, por lo que las mediciones puntuales en diferentes momentos de la carrera, se corresponden más o menos en ambos dispositivos.
  • Excepto lo ya comentado en las dos bajadas más pronunciadas en el recorrido, las variaciones de FC detectadas por el pulsómetro de la muñeca están más suavizadas que las detectadas por la banda pectoral, que registra valores un poco más constantes a lo largo del recorrido, pero con variaciones más pronunciadas cuando cambia el pulso al subir alguna cuesta, por ejemplo.
  • En líneas generales, podemos decir que es fiable la medición del pulsómetro de la muñeca, tanto como la banda pectoral. Pueden tener algunas diferencias en momentos puntuales, pero a lo largo de toda una carrera o actividad deportiva, los datos son confiables.

Este estudio tampoco es que sea "la caña", no me he "eslomao": el único individuo sobre el que se ha hecho el experimento he sido yo, en una sola actividad deportiva, y con dos dispositivos muy concretos: la banda pectoral marca Sigma, y el sensor óptico de la marca Mio que lleva el Garmin Forerunner 225. Sería un estudio más ilustrativo si hubiéramos hecho mediciones con varias personas, en varias actividades, y con varios dispositivos de ambos tipos. Pero bueeeeh... es lo que hay!